René Pérez: “el reguetón ha perdido realidad”

Buenos Aires– Era ir al abordaje con un cuestionario para Calle 13. La jefa de prensa del grupo, Shirley Rodríguez, acordó nuestra cita en el vestíbulo del hotel Panamericano de esta ciudad argentina, con René Pérez, “Residente”, y su hermano Eduardo Cabra, “Visitante”.

Eduardo fue puntual. Es un muchacho tranquilo, reflexivo y de mirada complaciente. Hablamos de su gusto por la música del inolvidable artista argentino Astor Piazzolla, y recordó a su abuelo, que ama al tango y que en San Juan tiene un póster gigante con la imagen de Carlos Gardel.

Consideró al público argentino de manera favorable: “Actuamos en Bolivia y Paraguay, pero la diferencia con lo que vimos en Buenos Aires es la energía que tiene este público. Hubo un buen enganche. Vamos a volver”, mencionó.

“Visitante”, tras hablar de la alegría de las nominaciones al premio Grammy Latino, se extrañó de la impuntualidad de “Residente”, quien no llegaba. Había que hacer una nueva prueba de sonido en The Roxy, para la última actuación, y se disculpó. Se debía ir.

Al rato llegó René Pérez. Las calles de la ciudad de Buenos Aires lo atraparon más de la cuenta. Tiene un espíritu inquieto. Pero es gentil; su hermano ya se fue y se excusó por la demora. Este atraso nos permitió un “a solas”, en el que ofreció un carisma diferente. Habla y dice cosas fuertes, mirando a la cara cuando parece desconfiar del sentido de la pregunta. Es un personaje.

Calle 13 en Argentina
“Mira, lo que Calle 13 hace es música urbana, lo que hacía en su origen el reguetón, cuando decía cosas que pasaban en los barrios. Había un mayor compromiso con el pueblo, más allá de mover la cintura. Hoy el reguetón está completamente pop. Hoy se hacen dúos con David Bisbal y toda esa gente, es otra cosa. Entonces, entiendo que el reguetón ha perdido realidad. Nosotros no, por eso digo que lo que Calle 13 hace es música urbana”, dijo.

René, ¿entonces lo que hace Calle 13 está más cerca de Vico C que de Daddy Yankee o Don Omar?

–Puede ser que estemos más del lado de Vico C, aunque no hacemos lo mismo. El reguetón es para mí la herramienta con la que puedo enganchar a los jóvenes, para después tirarles con ‘Llégale a mi guarida’, ‘Querido FBI’ o ‘Atrévete’. Es una manera de comunicar otras ideas, porque si lo hago todo demasiado social, no podría ser masivo.

¿Calle 13 dice en voz alta lo que los demás piensan y se callan?

–Calle 13 dice lo que quiere, y si los demás no lo dicen es porque no se atreven, porque no quieren tener problemas con el apoyo que le dan las disqueras, o porque puede perder fanáticos. Está bien que con las cosas que digo me he buscado mil problemas, pero soy auténtico. No son muchos los artistas que se atreven a tomar una postura. La mayoría mantiene todo con un ‘aquí no hay colores ni banderas’, y eso me parece muy poco valiente. Allá ellos.

A la distancia, ¿qué crítica le haces a la sociedad puertorriqueña de hoy?

–Mira, Puerto Rico es mi país, y no te imaginas lo orgulloso que estoy de ser puertorriqueño. Pero si tengo una tristeza, es que no tenemos un contacto más directo a nivel latinoamericano. Somos Puerto Rico, la Isla que está dominada por los Estados Unidos y estamos contagiados de lo que pasa en los Estados Unidos y no con el resto de América. Hasta pasa con el deporte; nosotros jugamos béisbol, no jugamos fútbol. Entonces, critico esa falta de información. No es culpa de los boricuas y no soy quién para decir quién tiene la culpa. Eso sí, afecta mucho el hecho de que somos una colonia y que se nos bloquea un poco más la visión hacia Latinoamérica.

¿Entonces, en tu proyecto artístico te identifica más el acentuar tu posición entre el público latinoamericano que, por ejemplo, actuar en Nueva York?

–Es al revés, yo le quiero llegar a los latinos que viven en Nueva York, que, quizás, están un poco más desinformados de lo que pasa en Latinoamérica.

A raíz de tu trabajo recibiste críticas de la derecha y de la Iglesia, ¿eres un artista de izquierda?

–No, porque eso sería como encasillarme. Y no es que tenga miedo a asumir posturas, pero eso sería como generalizar, como decir que soy reguetón. Yo soy un tipo que, simplemente, aprovecho la oportunidad que tengo para decir las cosas con un micrófono y que tengo una sensibilidad que me permite capturar hechos que veo y que quizás a otros le pasan desapercibidos. Hay gente que se molesta por mis letras, pero yo no las escribo, es la gente la que las escribe con lo que hace. Y digo las palabras que dice la gente. Claro que después, cuando las escucha, se espanta.

René Pérez, “Residente”, llegó tarde a la cita. Pero valió la pena.