Reggaetón en cruce de dos culturas

"Feel the Noise"

Director: Alejandro Chomski

Productora: Jennifer López

Guión: Omari Grandberry, Giancarlo Esposito, Victor Razuk y Charles Duckworth

Clasificación: R



Una mezcla "cool" de relaciones familiares y rítmicas de orígenes puertorriqueños y nuyorricans, "Feel the Noise" también se acerca a una caliente fusión de sensibilidades y sonidos derivados de África que conectan estas raíces a través de los continentes

Dirigida por Alejandro Chomski y producida por Jennifer López, "Feel the Noise" estilísticamente mezcla nociones de sangre compartida y familias históricas por igual. También muestra cómo la hermandad de hombres jóvenes continúa la misión de preservar los patrones tanto culturales como personales, sacando energía y esperanza de una de ellas cuando la otra flaquea.

Omarion Grandberry de B2K es el talentoso joven rapero -negro y rebelde- de las calles de Harlem llamado "Rob". Luego de una confrontación con una ganga local que lo quiere matar, la madre de "Rob" le hace las maletas para Puerto Rico donde su recién casado padre "Roberto" (Giancarlo Esposito), para que no se meta en más líos. El problema radica en que no sólo "Rob" no ha conocido a su padre, sino que le han dicho que estaba muerto, así que "Roberto" es el padre que "Rob" ni tan siquiera sabía que tenía.

De entrada la visita no pintaba nada bien, pero "Rob" se hace pana de su hermanastro "Javi", interpretado por Victor Rasuk de "Raising Victor Vargas". Entre ambos se da una relación más allá de chucas y fiestas, que aquí no faltan, sino que la música le servirá de enlace entre ambos. "Rob" con su rap, "Javi" con la suya, el reggaetón, el género híbrido donde se encuentra lo mejor de sus dos mundos.

Esta película, de jóvenes para jóvenes, presenta esas diferencias culturales que podrían ser irreconciliables dentro del marco de la música que resulta ser el eslabón que no sólo une dos estilos de vida sino cómo éstas se pueden fusionar a las alas de la buena voluntad y de la creatividad. Esperamos que nuestros chicos entregados al reguetón, que sin duda inundarán desde hoy los teatros, puedan leer este mensaje que el filme presenta.